lunes, 12 de septiembre de 2011


Y como un viajo árbol me aferro a la tierra con mis firmes raíces, esas q me mantuvieron en pie toda la vida. Aunque a veces tenga q soportar vientos fuertes y terminar en la caída, yo se q puedo confiar en mi firmeza, mas allá de todo los q intente hacerme caer. 
Las raíces.., todo lo q me forma y sostiene...gracias a ellas puedo vivir, de ellas saco hasta mi mas vieja huella y cada célula q forma mi cuerpo.
Yo soy fuerte ( o solía serlo) pero la lejanía de mis sueños me esta despertando de este sueño casi real.
Sabemos q los sueños son la clara interpretación de lo humano de cada uno de nosotros, los sueños son deseos y hasta los mas profundos e íntimos sentimientos. Los sueños reflejan metas, desafíos, realizaciones personales. Son como una segunda dimensión perfecta. Lo q daría por entrar en los sueños y guardarlos en una cajita de cristal blindado q nadie pueda destruir, por q cuando un sueño se destruye, parte del alma se va con el, y el alma...esos 21 gramos q dicen q perdemos al morir, tiene mas peso q hasta el mas grande de los seres. Gracias a ella nos diferenciamos,
 somos diferentes, somos perfectos a nuestra manera de ver la vida, con nuestras vivencias pasadas. Y verdaderamente creo q cada cosa q pasa en nuestras vidas, va formando poco a poco lo q es nuestro ser...
Se también, q las batallas entre mi yo y mi súper-yo cada día duran mas...mi lado primitivo e impulsivo me domina mas en estos días...
Me voy a detener a pensar a la sombra de ese árbol...el árbol q me forma como persona y voy a tomar decisiones q pueden asegurarme q las cosas van a mejorar o empeorar...eso nadie lo sabe...

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